No hacer nada es
un arte. Todos tenemos más o menos capacidades para determinadas formas de
arte. Yo, por ejemplo, no sé cantar (es posible que sea la persona que peor
canta del mundo), no es que dibuje particularmente bien, y bailo con una
arritmia severa. A cambio soy muy buena en el arte de no hacer nada y en el de
dormir. Incluso podría competir a nivel profesional. Muy buena. Y no me importa
no dominar las otras artes, porque las dos que tengo las disfruto como nadie.
El problema es
que si cantase tan bien como pierdo el tiempo, podría vivir de ello. Si bailase
con la misma ilusión y profesionalidad con la que duermo, sería famosa. Mis
artes no me van a hacer rica. Que
tampoco me importa demasiado, si la alternativa es ser una pintora rica y
famosa pero incapaz de pasarse un fin de semana vegetando… pues no me cambio.
Mi capacidad de
perder el tiempo es casi infinita. Puede que un viernes por la tarde este
dedicándome a ello y me aburra y me entren ganas de hacer cosas (acaso no se
cansa el pintor de sus pinceles?), pero hay fines de semana que tengo
dedicación absoluta a este arte. A veces estoy un fin de semana sola en casa y lo dedico a no hacer nada, puede que con una interrupción el sábado por la noche para salir. Otras ni eso,
soy feliz en mi soledad, mi no hacer nada y mis maratones de series, pelis y dormir.
Pero tanto el no
hacer nada como el dormir son artes que requieren de entrenamiento. No puedes
pretender pasarte tus primeros 20 años de vida siendo muy activo y madrugador
y que luego, de un día para otro, sepas no hacer nada y puedas dormir 15 horas
seguidas.
Yo nací con las
capacidades necesarias para ello, las entrené, las disfruto y las practico todo
lo que puedo. Por algo dormir es uno de los 5 placeres principales de toda vida
humana.
¿Y tú? ¿Duermes
por necesidad o por placer?
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